Estrategias para la fatiga digital

Prevención | Salud

José Luis García Martínez, Profesor del Instituto Europeo de Salud y Bienestar social.

¿Qué es la fatiga digital?

El cambio cultural y laboral generado durante la pandemia sigue teniendo consecuencias en nuestras vidas. El teletrabajo y las nuevas realidades que ha impulsado la pandemia ha favorecido la conciliación o la autogestión de los trabajadores, aunque otros estudios aseguran que ha traído componentes negativos.

Entre ellos, según un nuevo informe de la Universidad Pompeu Fabra, estarían los mayores problemas para desconectar. El estudio “Desconexión, un derecho laboral imprescindible para la salud”(Observatorio de Liderazgo en la Empresa de la UPF Barcelona School of Management), el 94,6% de los trabajadores atiende y responde a comunicaciones profesionales fuera de sus horarios de trabajo, un porcentaje que parecer haber aumentado desde el establecimiento en muchos puestos del empleo en remoto.

Un 76,8% de los sondeados admite que lo primero que hace al levantarse y lo último antes de irse a dormir es mirar el móvil. “El deseo de estas personas es poderse desconectar”, ha asegurado Sílvia Cóppulo Martínez, directora del Observatorio y coautora del estudio, que ha defendido la necesidad de “regular la desconexión digital, especialmente cuando se teletrabaja o se tiene un horario flexible”.

El trabajo en remoto “ha desdibujado los límites temporales y de espacio en relación con el trabajo.

“Se mezclan tiempos, espacios y herramientas profesionales y personales”, ha añadido. Teletrabajar puede ayudar a la conciliación, pero también complica la desconexión ya que la gran mayoría de las personas encuestadas teletrabaja algunos días a la semana y dicen no poder conciliar completamente la vida laboral y la personal, aunque este objetivo de conciliar es compartido también por las empresas (63,2% lo valoran como importante).

La fatiga digital perjudica seriamente tu salud (mental).

“Si te encuentras con ojos adoloridos y tensos, más dolores de cabeza de lo habitual y tienes una mala postura o un aumento de los dolores de cuello y hombros, es probable que sufras de fatiga digital”, dice Annee de Mamiel, psicoterapeuta. Además, las consecuencias pueden ser: falta de productividad, estado de ánimo bajo e incluso un sistema inmunológico comprometido a largo plazo”

“Demasiado tiempo de pantalla puede disminuir la calidad y duración del sueño también, por lo que alguien puede sentirse más agotado de lo normal, y falto de concentración”.

El impacto del teletrabajo ha disparado exponencialmente los problemas de salud mental de las personas. Además del efecto del estrés y la ansiedad, la falta de motivación y el aislamiento social fueron 2 de los riesgos psicológicos más destacados. Curiosamente, para rendir más necesitamos energía y atención, 2 elementos imprescindibles que nos permiten ganar foco/enfoque y avanzar más rápido en nuestros proyectos.

La consecuencia de la fatiga digital es que han desaparecido los 2 motores de la efectividad, la energía mental y la capacidad de estar atentos.

Estrategias para reducir tu fatiga digital

La avalancha digital de información nos aleja de nuestros objetivos, ya que muchas veces consumimos contenidos que no nos aportan ningún valor.
Estas estrategias, sencillas de utilizar, pueden tener un impacto inmediato en nuestro bienestar:

Reduce tu tiempo con las pantallas: ya sea con un contador de tiempo o con una app, sé consciente del tiempo que pasas con tu teléfono, tu tablet, tu ordenador, tu televisor y otros dispositivos electrónicos: tómate descansos activos cada 60 minutos y distráete con cosas que no sean una pantalla: cerrar los ojos por un rato también es una opción, así como ejercitarte con movimientos suaves: estiramientos, ejercicio ligero te ayudará a mejorar el flujo linfático, ejercitará tus músculos y mejorará tu circulación.

Ten una rutina para la piel: para combatir los efectos de la fatiga digital y la exposición a la luz azul, tu piel también necesita oxigenarse: rutina diaria de hidratar la piel con aceites naturales, cremas y tónicos que limpien y protejan la piel, especialmente de tu cara. La idea es reducir la sequedad y aliviar la irritación. Haz automasaje facial en tus pausas activas.

Tus horas de descanso: descansar es la mejor manera de recuperar la fatiga digital: mantente relajado dos horas antes de ir a dormir, y evita a toda costa las pantallas en ese tiempo. Crea el hábito de dormir lo más que puedas para recuperarte.

La falta de descanso y sueño son factores importantes en la fatiga digital, ya que un exceso de tiempo en la pantalla puede suprimir la melatonina, la hormona del sueño, interrumpiendo nuestros ritmos circadianos, y reduciendo el sueño REM. La luz azul es parte de la luz visible que emite las pantallas — desde el teléfono a la computadora portátil y la televisión —afecta a la forma en que nuestras células reaccionan, inhibiendo la cantidad de melatonina que producen.

En modo avión: en vez de dejar tu teléfono en silencio o en modo vibración, ve un paso más allá y activa el modo avión y desconéctate realmente: así no tendrás el impulso de revisar tus notificaciones.

Sé amable contigo mismo: el autocuidado es diferente para diferentes personas, así que si necesitas escuchar música, darte un baño, hacer pan o jugar con tu mascota, no dejes de hacer un espacio en tu día para levantarte el ánimo.

Necesitamos ser conscientes en cada momento del tiempo que estamos en conexión digital.

  • EVENTOS Y TAREAS PROFESIONALES: tiempo total de trabajo diario (desglosarlo por tareas y reuniones, etc).
  • CONSUMO DIGITAL PROACTIVO: registro del tiempo que consumes en artículos, vídeos, podcast… que hayas elegido previamente. Es decir, que tú hayas planificado mirar este contenido digital por ser relevante para ti.
  • CONSUMO DIGITAL REACTIVO: registro del tiempo ‘consumido’ en contenidos digitales que encuentras por la red y decides leerlos/verlos/compartirlos. No estaba planificado por tu parte y simplemente decidiste ir a ver en ese momento.
  • Es preciso considerar el consumo digital reactivo como el factor principal del paso de la fase de sobrecarga a la fase de fatiga digital. Todo este tiempo empleado diariamente supone un sobreesfuerzo para nuestras capacidades que termina con el cansancio y la fatiga generalizada.

 

Autor: GARCIA MARTINEZ, JOSE LUIS

GARCIA MARTINEZ, JOSE LUISLicenciado en Psicología, Especialista en Recursos Humanos y Master en Psicosociología y Ergonomía, Mediador en gestión de conflictos laborales, Auditor de Sistemas de Gestión Laborales, Profesor de habilidades directivas, Tutor de proyectos de emprendimiento y Director académico del Master en Gestión Hospitalaria en la Escuela de Organización Industrial, Profesor y Colaborador Científico-Técnico del Instituto Europeo de Salud y Bienestar social. Consultor y asesor Organizacional.

 

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