Tecnología y capacidad de atención

Rendimiento

José Luis García Martínez, Profesor del Instituto Europeo de Salud y Bienestar social

Tecnología y capacidad de atención

En 2017, Francia aprobó una ley que otorgaba a los empleados de empresas compuestas por más de 50 personas el derecho legal a ignorar los correos electrónicos recibidos fuera del horario laboral. Le siguieron Italia y Filipinas.

En 2018, España fijaba el derecho de los trabajadores a la desconexión digital en el ámbito laboral destacando la no obligación de atender llamadas ni correos fuera de su horario de trabajo mediante la conocida, Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales. Iniciativas que, aún están aún en sus inicios.

Según una encuesta realizada por Ranstad, el 30,3% de los trabajadores han sido contactados por sus jefes durante sus días de descanso. La mayoría lo han hecho mediante WhatsApp. Por otra parte, un 3,8% de los trabajadores han sido quienes han contactado de forma voluntaria con su empresa, incapaces de desconectar.

Dialogar sin la necesidad de revisar el último e-mail recibido o las redes sociales, y dar un respiro a la mente, son iniciativas que, mediante la creación de espacios flexibles alejados de la influencia tecnológica, están implementando empresas como Allianz, Volkswagen o Daimler, preocupadas por el rendimiento de sus empleados.

El problema de la productividad

La disponibilidad total, puede generar el efecto contrario, podemos ser menos productivos, dañar nuestra capacidad de atención e incluso puede afectar a otras partes de nuestra vida, no solo en el entorno laboral.

A primera vista, los empleados y las compañías se benefician de todos los servicios que proporciona la tecnología. Pero no siempre es así, tener el teléfono móvil a nuestro alcance, puede provocar que nos distraigamos de la tarea de trabajo que estábamos realizando, y tengamos que dedicar mucho más tiempo y esfuerzo en volver a concentrarnos.

Se pueden crear espacios en los entornos de trabajo desconectados. Varios ejemplos de empresas líderes, incluido el café Last Word, en la Biblioteca Británica, han tomado medidas para prohibir los teléfonos en el trabajo, para fomentar la concentración y mejorar la productividad.

La era de la información ha cambiado la capacidad de atención general y algunos estudios recientes sugieren que se está reduciendo. Por ejemplo, las charlas TED TALKS cada vez duran menos. Desde 2016, la duración media de las charlas se ha reducido desde los 20 minutos hasta los 10 minutos actuales, es el resultado de una investigación del analista de datos Victoriano Izquierdo.

A principios de la década de 1980, los científicos averiguaron que las personas sufren de “demora o inhibición cognitiva”. Una conferencia de 5 minutos produce una cantidad relativamente pequeña de lapsus cognitivos, mientras que una conferencia de 30 minutos produce una cantidad relativamente grande de éstos. Además, la audiencia tiene un período de atención corto que buscará estimulación alternativa, independientemente de lo cautivador que sea el material.

La capacidad de atención cada vez es menor y las redes sociales juegan un papel en este cambio aunque no son las únicas responsables ya que es una tendencia que ya se venía venir

El ejemplo de TikTok nos dice que cuando navegamos por sus videos cortos, el cerebro recibe dosis de dopamina. La dopamina es un neurotransmisor liberado por el sistema de recompensa del cerebro y produce sensaciones de placer y te motiva a encontrar más. “Cuando ves algo que no te gusta, cambias rápidamente a algo que produzca más dopamina”, explicaba el neuropsicólogo Sanam Hafeez.

En una encuesta realizada por Microsoft se descubrió que las personas tienden a perder interés en lo que están viendo después de unos 8 segundos si no es lo suficientemente divertido

La relación entre tecnología y capacidad de atención requiere realizar estudios longitudinales más profundos. Aunque sí podemos afirmar que la multitarea que fomenta la tecnología es la causante de que los centros de atención de nuestro cerebro acaben abrumándose rápidamente.

Para mitigar los efectos que ocasiona la tecnología en la concentración, es importante desarrollar nuevas habilidades digitales, con formación en competencias que permitan utilizar estas tecnologías de una forma eficiente y saludable, gestionando distracciones, preservando espacios de reflexión y maximizando aquella tecnología que permita hacer un uso más eficiente del tiempo profesional.

Autor: GARCIA MARTINEZ, JOSE LUIS

GARCIA MARTINEZ, JOSE LUISLicenciado en Psicología, Especialista en Recursos Humanos y Master en Psicosociología y Ergonomía, Mediador en gestión de conflictos laborales, Auditor de Sistemas de Gestión Laborales, Profesor de habilidades directivas, Tutor de proyectos de emprendimiento y Director académico del Master en Gestión Hospitalaria en la Escuela de Organización Industrial, Profesor y Colaborador Científico-Técnico del Instituto Europeo de Salud y Bienestar social. Consultor y asesor Organizacional.

 

 

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