Un ejercicio sencillo antiestrés

Un ejercicio sencillo antiestrés

La gestión del estrés es una necesidad cada vez más acuciante. En la búsqueda de soluciones, se ha propuesto un “café para todos”, sin diferenciar qué puede necesitar cada persona.

Entre estas soluciones generales están la meditación, el mindfulness o el yoga. Sin embargo, hay personas a las que no les ayuda, incluso les estresa más, pudiendo llegar a sentir ataques de ansiedad o pánico.

El estrés es necesario para activarnos en momentos en los que debemos responder a las situaciones que se nos van presentando. Lo que es dañino es el distrés, que se produce cuando mantenemos esa alerta constantemente, y no somos capaces de relajarnos, de desconectar. Estamos en alerta constante, con el cansancio y la irritación que ello nos suele producir. Y a esa alerta unimos las emociones que sentimos constantemente.

No elegimos sentir emociones o no. Las sentimos. Sentimos bienestar y alegría cuando las cosas salen como hemos planeado. Sentimos enfado cuando alguien no nos hace caso. Sentimos tristeza cuando perdemos algo o a alguien. Y entonces se produce un sobre-estímulo: al estrés le sumamos las emociones del día a día. Y eso nos puede convertir en una “olla exprés” que puede explotar en cualquier momento.

Por ello, además de gestionar el estrés de diferentes formas, creemos que es necesario gestionar las emociones también.


Formas de gestionar el estrés:
Hay muchas herramientas para gestionar el estrés y las emociones para tener una vida más saludable. Como decíamos antes, la meditación, el mindfulness, el yoga o el tai-chi son prácticas que podemos probar, a ver si nos ayudan.
Recuerda que puede suceder que, a veces, nos produzca el efecto contrario. Por eso está bien tener diferentes herramientas, para poder elegir en función de nuestro momento vital y nuestras necesidades.

También hay que tener en cuenta que la continua conexión digital puede ser una fuente adicional de estrés o ser la causa principal que nos lo genera, sobre todo si tenemos que compatibilizarlo con la vida familiar. Por eso es necesario agendarnos la desconexión como una parte más de las tareas que nos ponemos en el día a día, como parte de nuestra rutina diaria.

Habrá momentos en los que podamos meditar, y habrá otros en los que preferiremos otras actividades, como escuchar música, cantar, bailar, pintar, hacer deporte, hacer puzzles, jugar al dominó o al ajedrez, “jardinear”, darnos un baño, hacer trekking… cualquier actividad que nos ayude a desconectar y descansar la cabeza del ajetreo y la tensión, del estrés, de la preocupación.

Estas actividades suelen requerir de un mínimo de tiempo, del que quizá no podemos disponer en cualquier momento, por eso os recomendamos que probéis un ejercicio sencillo que podéis realizar durante unos segundos en casi cualquier sitio, y que os puede ayudar a liberar el estrés, y también otras emociones que os pueden estar afectando.

Con este ejercicio puedes ayudarte a liberar el estrés y también esas emociones que se acumulan. Vamos a explicarlo con el estrés, pero os animamos a que lo practiquéis con todas las emociones que sintáis que os cargan.

Se trata de pararse unos segundos y notar qué emociones o sensaciones estamos sintiendo en el cuerpo. Por ejemplo, estoy sintiendo estrés y lo noto porque mis hombros están levantados, el cuello está tenso, me duele la cabeza y/o tengo un nudo en el estómago. Así que me hago consciente de que estoy sintiendo estrés y dónde lo estoy sintiendo. Entonces exhalo pensando al mismo tiempo: “fuera estrés”. Respiro varias veces así, exhalando el estrés de mi cuerpo.
Y cuando sienta que mis hombros se van relajando o que el cuello se destensa, o que se va yendo la sensación que tenía, entonces inhalo aquello que me gustaría estar sintiendo, por ejemplo, calma. Al inhalar pienso: “me conecto con la calma”, e inhalo varias veces observando el efecto en mi cuerpo, hasta que noto que el cuerpo ha cambiado, que mi sensación es más agradable.

La ventaja de hacer este ejercicio es que no necesitas tener un tiempo determinado, como puedes necesitar para ir al gimnasio, a correr o para pintar un cuadro. Puedes hacerlo antes de ir a una reunión, cuando finalizas una videoconferencia o antes de ir a buscar a los niños, cada vez que notas que estás sintiendo estrés. La recomendación es que lo practiques mucho, para que así, el día que vas a la reunión, con unas pocas respiraciones te calmes y entres a ella regulado emocionalmente.

 

Autor: Tania Hernández Rodríguez

Co-fundadora de BSL – Bienestar y Salud Laboral
Experta en Inteligencia Emocional y Gestión Psicosocial, Coach Ejecutiva, Coach Experta en Gestión Emocional, Coach de Equipos, Especialista en Mindfulness para niñ@s y adolescentes y Experta en Gestión de Empresas Saludables. Formadora desde hace más de 25 años, lleva 10 años trabajando las habilidades relacionales de forma individual y grupal.

 

 

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