Necesitas un ritual para entrar en un enfoque de Flow

Rendimiento

Marta Badias. Socia fundadora BeUpFlow

Crear un ritual es enviar un mensaje a tu cuerpo que comunica algo como lo siguiente: «Querida mente: te informo que pasaré el próximo tiempo (entre 30 minutos a unas horas) en un modo de alto enfoque. Apaga el ruido, ignora a Messenger, y ayúdame a estar completamente presente en este momento, en esta tarea». En cierto modo, crear rituales y adherirse a ellos a diario puede convertirse en una herramienta valiosa: puede servirte como una especie de sistema de comunicación interna entre tu cuerpo y tu mente – una especie de herramienta de fusión entre estas dos, por así decirlo.

Cuanto más claro y regular sea este ritual (formado por un número determinado de movimientos o actividades), más pronto tu cuerpo colaborará para ayudarte a entrar en ese estado de flow de enfoque más rápido y con menos esfuerzo.

Para empezar, probablemente no tendrás que crear un montón de hábitos nuevos – lo más probable es que ya hayas hecho algunos rituales antes de trabajar sin darte cuenta. Además, es mucho más fácil reafirmar y desarrollar tus hábitos ya existentes, que elaborar tediosamente nuevos desde cero. Basta con ver los siguientes ejemplos:

  • Llegas al trabajo y pones una taza de café caliente sobre la mesa
  • Te sientas y te atas el pelo
  • Te pones los auriculares y eliges un álbum con música rock instrumental

Todas estas simples acciones ya están siendo usadas como detonantes para tu mente. Lo que puedes hacer ahora es tomar conciencia de ello, y a través de simples ajustes, adaptaciones y refuerzos regulares, estos disparadores trabajarán por ti – y te ayudarán entrar en el modo de alto enfoque sin ningún esfuerzo.

¿Cómo hacerlo?

Necesitarás reflexionar sobre tres grupos de preguntas:

Escribe en una hoja de papel todas las cosas que haces regularmente justo antes de empezar a hacer tu trabajo (esto incluso puede incluir su viaje matutino) – y luego responde a las siguientes preguntas:

¿Cuáles de estas actividades me preparan para concentrarme y/o estar más motivado/a para mi trabajo? ¿Cuáles de estas me empoderan? Y, lo que es muy importante, ¿cuáles de ellas considero infructuosos?

Después de tener tus respuestas, ya tendrás algunas ideas sobre los hábitos que tendrías mantener y sobre los que serían mejores de eliminar por completo o sustituir por otros diferentes.

Para continuar, deja esta hoja de papel a un lado y toma una otra. Esta vez, piensa en tu trabajo.

¿Qué es exactamente lo que intentas mejorar? ¿Es el entorno el que está lleno de interrupciones? ¿Es la capacidad de atención lo que quieres prolongar? O quizás todo lo que buscas es complementar tu trabajo con un toque adicional de diversión.

¿Tienes las respuestas? Teniéndolas en cuenta, vuelve al primer ejercicio: concéntrate en los hábitos matutinos que has encontrado útiles para tu trabajo. Basándote en las mejoras específicas que deseas hacer en tu trabajo, ¿cuáles de estos rituales te parecen significativos? ¿Hay espacio para perfeccionarlos y desarrollarlos para que puedan abordar mejor el problema que estás tratando de resolver?

Al responder a estas preguntas, sé específico/a y profundo/a. No hay respuestas malas: sólo estás tú, tu honestidad y la cantidad de esfuerzo que deseas ponerle para mejorar tu desempeño. Cuanto más detalle y pensamiento le des, más fácil será crear un ritual que se adaptará mejor a tu flow-centración.

Consejo profesional: Al entrar en el estado del flow (que normalmente toma alrededor de media hora), es importante que hagas todo lo que está en tus poderes humanos para eliminar las distracciones potenciales que podrían mantener tu enfoque flotando fuera de tu trabajo.

 

Autor: Marta Badias Eroles

Socia en Beupflow. Licenciada en Psicología de las Organizaciones. Licenciada en Psicología de las Organizaciones (Universidad Ramon LLull. MBA por Universidad Politécnica de Barcelona y Máster en Dirección y Gestión de Recursos Humanos y Relaciones Industriales en la Universidad Pompeu Fabra (IDEC). Certificada en Management 3.0, Scrum Master y Agile Coach por European Scrum.

 

Otros Artículos

Prevención, Salud

Medir la hiperconexión

Para saber la dimensión de nuestra dependencia o hiperconectividad, lo primero que debemos hacer es medirlo. Si no lo medimos, no sabemos en qué situación estamos ni podemos observar nuestra realidad con objetividad, por lo que corremos el riesgo de que cuando nos demos cuenta el problema ya está encima de nosotros.

Share This